leyenda de Las Cabras

De cómo Doña Inés, perdía sus cabras…

Hace muchos años atrás, por estas tierras vivía Doña Inés de Suárez, ella había recibido estas tierras , donde hoy esta linda comuna de Las Cabras como encomienda, ella dedico estos previos a la crianza de cabras para alimentar a sus soldados.
Sucedía que ella era muy tacaña con los alimentos, y racionaba todos los quesos , el charqui y la leche. Los soldados pasaban mucha hambre y penas.
Entre la gente que trabajaba para ella había un viejito mestizo llamado Floro, el estaba encargado de cuidar las cabritas y como su corazón era muy bueno comenzó a robarse los quesos, el charqui y la leche para dárselas a los soldados. Esto sucedió durante algún tiempo hasta que un general lo vio y lo acuso con Doña Inés, ella que se caracterizaba por ser muy enojona y cruel, mando a sus soldados a fusilar a Floro. Este acepto su muerte muy tranquilo, pero antes de partir de este mundo , le lanzo una amenaza a la Doña, le dijo
Por mala se te van a perder las cabras, yo del otro mundo voy a venir a robártelas. En eso una bala atravesó su corazón.
Doña Inés como era supersticiosa lo mando a quemar y tirar sus cenizas por donde hoy es la cuesta de Quilicura, donde había una honda quebrada.

Paso algún tiempo y las cabras comenzaron a perderse, ella mando a mas soldados a vigilar, pero las cabras se perdían igual, y así mas soldados ponían de guardia y mas cabras se perdían.
Pasaba por esos lados un sacerdote jesuita que se dirigía a la Palmerìa de Cocalán y le contaron lo que pasaba, el sacerdote le dijo a Doña Inés si acaso ella no tenia nada que contarle de cómo se había portado, y como a la doña le dio miedo le contó de la amenaza de Floro, el sacerdote le recomendó que buscara sus restos y le diera cristiana sepultura y que por sobre todo cambiara su actitud . Doña Inés que a veces si temía de Dios, mando a sus soldados a hacer el encargo, (Fue sepultado en una tumba sin marca en lo que hoy es el cementerio de El Manzano) y dejo de ser tan tacaña con los alimentos, la tropa estuvo mas contenta, pero comenzó a suceder algo aun mas prodigioso, en las noches de luna llena, se vio a Floro cuidando las cabras, como recordándole a Doña Inés como debe actuar.
Y así corrió esta leyenda que encontramos colgando en una palmera…




Creación colectiva
Isamal Céspedes Hernández
Elizabeth Gonzáles Rojas
Rodrigo Fuentes Zamorano
Rodolfo Pérez Farías
Proyecto de Integración
Escuela Osvaldo Correa Fuenzalida
Cocalán
Profesora asesora : Rosa Ugalde Aguirre